En noviembre de 2018 el empresario Raúl Schüler fue procesado por la Fiscalía de Alta Complejidad de O’Higgins, por el robo de 20 estatuas y monumentos históricos que fueron encontrados en su casa en San Francisco de Mostazal.

Dos años después, en octubre de 2020, y pese a que la investigación se había cerrado, la fiscal Fabiola Echeverría presentó una acusación por 4 delitos: Apropiación a título de receptación de monumentos nacionales en carácter de reiterado, Receptación en carácter de reiterado, Afectación a la integridad de un monumento nacional en carácter de reiterado y Porte ilegal de arma de fuego, por lo que el Ministerio Público solicitaba 15 años de presidio. 

El Juzgado de Garantía de Graneros lo condenó a una pena de 3 años y un día y a 541 días de presidio con el beneficio de libertad vigilada. Además, fue multado con el pago de 100 UTM, es decir, 5 millones de pesos por los delitos de receptación y daño patrimonial de monumento paleontológico.

En su defensa, el empresario de 74 años, Raúl Schüler, dijo que su misión era conservar el patrimonio arquitectónico rural del país. Pero su versión se contradice con el robo de todas las piezas, que mantenía ocultas para luego permitir la filmación de películas y reportajes fotográficos en su fundo de la Región de O´Higgins.