El ambiente en la Selección chilena de fútbol se ha tornado tenso tras el reciente despido de Rodrigo Robles, quien ocupaba la Gerencia de Selecciones. Esta decisión ha generado malestar en Ricardo Gareca, el técnico argentino al mando del equipo nacional. La cercanía profesional y la confianza mutua entre Gareca y Robles eran bien conocidas dentro del entorno de La Roja. Según reportes del diario La Tercera, Ricardo Gareca no ocultó su descontento ante esta sorpresiva medida. El entrenador valoraba profundamente la labor que Robles había desempeñado desde su llegada a Chile, especialmente considerando que fue un elemento clave para su contratación. Fue Robles quien inicialmente dialogó con Néstor Bonillo, asesor cercano a Gareca, para persuadirlo de tomar las riendas del seleccionado chileno. La relación laboral entre ambos se fortaleció con el tiempo; tanto es así que Gareca veía en Robles una figura autoritaria y un aliado estratégico dentro de la organización deportiva. El vínculo entre Robles y Ricardo Gareca se fue haciendo cada vez más fuerte, señalaron fuentes internas al medio chileno. La noticia sobre el cese de funciones de Rodrigo Robles llega en un momento crítico: a pocas semanas del inicio de la Copa América 2024. Este torneo representa uno de los mayores retos para cualquier selección sudamericana y requiere una preparación meticulosa e ininterrumpida. Según trascendidos periodísticos, el motivo detrás del despido serían razones económicas; sin embargo, esto no hace más llevadera la situación para un técnico que está enfocado en construir un equipo competitivo. Chile tiene por delante un debut exigente en este certamen continental frente a Perú el 21 junio próximo —un encuentro marcado por rivalidades históricas— lo cual coloca aún más presión sobre los hombros de Ricardo Gareca y sus dirigidos. Con este panorama adverso fuera del campo, resta ver cómo afectará esta sacudida administrativa al rendimiento deportivo dentro del mismo.
El ambiente en la Selección chilena de fútbol se ha tornado tenso tras el reciente despido de Rodrigo Robles, quien ocupaba la Gerencia de Selecciones. Esta decisión ha generado malestar en Ricardo Gareca, el técnico argentino al mando del equipo nacional. La cercanía profesional y la confianza mutua entre Gareca y Robles eran bien conocidas dentro del entorno de La Roja. Según reportes del diario La Tercera, Ricardo Gareca no ocultó su descontento ante esta sorpresiva medida. El entrenador valoraba profundamente la labor que Robles había desempeñado desde su llegada a Chile, especialmente considerando que fue un elemento clave para su contratación. Fue Robles quien inicialmente dialogó con Néstor Bonillo, asesor cercano a Gareca, para persuadirlo de tomar las riendas del seleccionado chileno. La relación laboral entre ambos se fortaleció con el tiempo; tanto es así que Gareca veía en Robles una figura autoritaria y un aliado estratégico dentro de la organización deportiva. El vínculo entre Robles y Ricardo Gareca se fue haciendo cada vez más fuerte, señalaron fuentes internas al medio chileno. La noticia sobre el cese de funciones de Rodrigo Robles llega en un momento crítico: a pocas semanas del inicio de la Copa América 2024. Este torneo representa uno de los mayores retos para cualquier selección sudamericana y requiere una preparación meticulosa e ininterrumpida. Según trascendidos periodísticos, el motivo detrás del despido serían razones económicas; sin embargo, esto no hace más llevadera la situación para un técnico que está enfocado en construir un equipo competitivo. Chile tiene por delante un debut exigente en este certamen continental frente a Perú el 21 junio próximo —un encuentro marcado por rivalidades históricas— lo cual coloca aún más presión sobre los hombros de Ricardo Gareca y sus dirigidos. Con este panorama adverso fuera del campo, resta ver cómo afectará esta sacudida administrativa al rendimiento deportivo dentro del mismo.