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​En una maniobra legislativa que podría redefinir el panorama de la seguridad social en Chile, la Cámara de Diputados ha dado luz verde a una iniciativa que introduce el concepto de autopréstamo, permitiendo a los ciudadanos acceder de forma anticipada a una porción de sus ahorros previsionales. Esta medida, ahora en camino al Senado para su discusión final, promete otorgar una mayor flexibilidad financiera a los futuros pensionados, abriendo un abanico de posibilidades y desafíos en el manejo de los fondos de pensiones. 

Un Vistazo al Autopréstamo 

La propuesta legislativa busca innovar dentro del sistema de pensiones al permitir que los afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) puedan solicitar hasta un 5% de su fondo acumulado, con un tope de 30 Unidades de Fomento, como préstamo personal. Este acceso inmediato al capital tiene sus limitaciones, diseñadas para proteger la integridad a largo plazo de los fondos de pensiones y asegurar una devolución gradual del monto, que se realizará mediante descuentos del 2% sobre los ingresos imponibles del beneficiario.El mecanismo establece que sólo se puede tener un autopréstamo activo a la vez, pero abre la puerta a solicitar uno nuevo una vez que el compromiso financiero anterior haya sido saldado. Además, se garantiza una protección legal sobre estas cantidades, asegurando que no serán susceptibles de embargos, retenciones judiciales o administrativas, y no contarán como ingreso tributable. 

Criterios para Calificar

 La elegibilidad para este autopréstamo se delinea claramente: es necesario ser un partícipe activo de alguna AFP, tener un saldo positivo en la cuenta individual, estar más de cinco años antes de la edad legal para jubilar y no haber iniciado el proceso de jubilación. Estos criterios buscan asegurar que el sistema beneficie a quienes aún tienen tiempo suficiente para recuperar el saldo utilizado y no comprometer su futuro pensional. 

Voces Expertas y Perspectivas 

CiudadanasLa reacción ante esta medida es mixta. Expertos en economía y finanzas, como Elena Torres, resaltan la importancia de esta reforma como un paso hacia la democratización del acceso al capital, enfatizando al mismo tiempo la necesidad de educar a los afiliados sobre la gestión responsable de sus finanzas para no comprometer sus futuras pensiones. Entre la ciudadanía, las opiniones varían desde el optimismo por tener una nueva herramienta frente a urgencias económicas, hasta la preocupación por las posibles repercusiones en los montos acumulados para la jubilación.La expectativa es alta respecto a lo que sucederá una vez que se retomen las actividades legislativas en febrero. El potencial de este proyecto para convertirse en ley y sus implicaciones a largo plazo son objeto de un debate necesario y oportuno, en un momento en que el país busca balancear la flexibilidad financiera inmediata con la seguridad pensional futura.