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​Errázuriz fue una figura controvertida en la vida pública chilena, con una carrera política y empresarial que atrajo tanto admiración como crítica. Entre los episodios más polémicos se encuentra su implicación en casos judiciales relacionados con la extracción ilegal de aguas y acusaciones graves como participación en trata de personas.A lo largo de su trayectoria, Errázuriz dejó una huella indeleble tanto en los negocios como en el ámbito legislativo del país, siendo parte activa del tejido social y económico chileno durante décadas. Su legado es recordado por unos con respeto por sus logros empresariales y por otros con cuestionamientos debido a las controversias legales que lo rodearon.El deceso del exsenador y conocido empresario Francisco Javier Errázuriz, a la edad de 81 años, marca el final de una trayectoria tan destacada como controvertida. Su salud había estado en declive desde un derrame cerebral sufrido en 2011, que lo mantuvo luchando contra diversas complicaciones hasta sus últimos días.

Errázuriz, apodado "Fra Fra" por allegados y detractores por igual, fue una figura emblemática en el ámbito político y económico del país. Sin embargo, su legado se ve empañado por una serie de escándalos que sacudieron tanto su carrera política como sus negocios personales.Entre las controversias más notables se encuentra la acusación de extracción ilegal de aguas, un caso que levantó cuestionamientos sobre la regulación y el uso ético de los recursos naturales. Además, enfrentó graves señalamientos relacionados con trata de personas para fines sexuales; estos juicios no solo desataron debates jurídicos sino también morales acerca del abuso y explotación vulnerables.A pesar de las polémicas que rodearon a Errázuriz durante gran parte de su vida pública y privada, también es recordado por algunos sectores como un innovador empresarial y un político con visión estratégica. Sus defensores argumentan que hizo contribuciones significativas al desarrollo económico del país e impulsó legislaciones importantes durante su tiempo en el Senado.

 La historia personal y profesional del exsenador Errázuriz refleja la complejidad inherente a figuras públicas cuyas acciones generan división entre crítica severa y admiración reticente. Su fallecimiento invita no sólo a reflexionar sobre su influencia individual sino también sobre los sistemas dentro de los cuales operaba — sistemas marcados tanto por oportunidades para el progreso como por brechas profundas en términos legales y éticos.En este momento crucial tras su partida, es imperativo considerar cómo estas dinámicas continúan afectando nuestra sociedad actualmente. La memoria colectiva será definitivamente matizada: mientras algunos elegirán recordarlo como un líder audaz e innovador; otros no olvidarán las sombras que oscurecieron partes significativas de su vida pública.